Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se utilizan para evaluar los riesgos de una empresa, convirtiéndose en algo muy relevante durante el proceso de toma de decisiones de una inversión. Para asegurar esta, es necesario evaluar la forma en que las empresas gestionan los factores ESG y proporcionar información sobre sus prácticas empresariales. De este modo, se pueden identificar mejores oportunidades de inversión.
Una de las razones por las que los inversores tienen cada vez más en cuenta estos criterios, es la correlación entre el rendimiento de la sostenibilidad y el riesgo. Desde la perspectiva de los inversores, las empresas que obtienen mejores resultados en función de los criterios ESG son más sólidas por su capacidad para minimizar el riesgo relacionado con los impactos medioambientales y socioeconómicos en las operaciones comerciales.
En efecto, una mala gestión de las cuestiones sociales, como la seguridad de los empleados, de las cuestiones medioambientales, como la contaminación por vertidos de petróleo o las exigencias del cambio climático, o de las cuestiones de gobernanza, como los conflictos de intereses entre el equipo directivo de una empresa, pueden afectar a los resultados de una empresa a largo plazo y a su capacidad para crear valor.
Algunos datos analizados hasta la fecha, nos dicen que las empresas que tienen un mayor rendimiento en cuanto a medidas de sostenibilidad, también tienden a tener mejores resultados en los negocios, iniciando una reacción en cadena que aumenta el valor total de las propias empresas y de las inversiones. La base para el correcto desarrollo de una estrategia para la empresa es la integración de los criterios ESG como herramienta de análisis financiero. Esto puede ayudar a entender hasta qué punto la empresa crea valor para ayudar a establecer objetivos y KPI. Además, esos criterios pueden utilizarse para evaluar las prácticas empresariales, como las violaciones de los derechos humanos o las catástrofes medioambientales, que podrían afectar a la rentabilidad.
Las calificaciones ESG son números que muestran lo bien que lo hace la organización en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Las empresas son evaluadas por agencias que utilizan letras, clasificaciones o, más a menudo, puntuaciones, en función de su rendimiento con respecto a un conjunto de criterios ESG. Estas calificaciones ESG pueden analizar además las estructuras, los métodos y los comportamientos del gobierno corporativo de las empresas. Los inversores han apreciado durante mucho tiempo estas características como fuentes potenciales de riesgo de inversión, y más recientemente, como fuentes potenciales para conocer las oportunidades de inversión.
Es fundamental entender que estas puntuaciones se basan en datos disponibles públicamente (datos ESG). Las puntuaciones ESG son valiosas porque se basan únicamente en la forma en que las empresas informan de sus actividades. De hecho, parte de su utilidad proviene de la exposición de las brechas entre la realidad corporativa interna y las percepciones externas. Cuando una empresa no revela todo lo que sabe sobre sus políticas medioambientales, sociales y de gobernanza, crea una brecha que puede traer consecuencias perjudiciales. Además, esto puede llevar a una puntuación inexacta de sus políticas ESG. Incluso si una empresa tiene una política sólida sobre emisiones de carbono y reducción de residuos, o un sistema de promoción transparente y basado en el rendimiento, si esta información no se hace pública, no afectará a su puntuación ESG.
Vector Renewables apoya a sus clientes en cuestiones ESG, ayudándoles a mejorar el rendimiento socioeconómico y medioambiental de sus proyectos renovables. Si necesita más información, no dude en ponerse en contacto con Oriana Perrone (Community Engagement and Sustainability Manager)